El Real Oviedo venció en casa a la SD Eibar y, además, lo hizo remontando el gol inicial de Bautista para el conjunto armero. La primera mitad tuvo un mayor dominio de los de Etxeberría, pero tras el descanso fueron los de Carrión los que dieron un paso adelante para buscar el partido. Y no sólo para empatarlo, sino que fueron con valentía y ambición a por una victoria que se terminaron llevando en los minutos finales con un penalti transformado por Colombatto.

El técnico, Luis Carrión, reconocía este hecho sin ningún tipo de distracciones y hablaba también en rueda de prensa sobre el discurso que ofreció a sus pupilos en el descanso y que, probablemente, cambió el rumbo del encuentro. Tras la consecución de la victoria, el optimismo desmedido podría instalarse en la capital del Principado, donde ya preguntaban al técnico por una hipotética victoria en Miranda de Ebro y si eso supondría instalarse definitivamente en la ambición de alcanzar el playoff.

En tal sentido, el entrenador mantuvo un discurso comedido, aunque muy claro, en el que habló de mantener una misma línea de pensamiento y no lanzar las campanas al vuelo ante una victoria ni tampoco hundirse en la miseria con la derrota. Afirmaba que el partido en Miranda será complicado, que irán a ganarlo para alcanzar los 25 puntos y seguir progresando pero que, en caso de derrota, no caerán en el pesimismo y se seguirá trabajando en busca de objetivos ambiciosos aunque siempre desde la cautela y el respeto por la competición.