Estrenarse en el fútbol profesional y hacerlo convirtiéndose en el mayor atractivo de una competición no es sencillo. Bellingham lo ha hecho, él también. El caso de Jude, seguramente, va mucho más allá de lo habitual, de lo convencional. Aterrizar desde otro fútbol, el alemán, y deleitar con la naturalidad de los elegidos sólo está al alcance, precisamente, de los elegidos. Esa, quizá, sea la mayor diferencia entre la puesta en escena de Bellingham y la de nuestro protagonista. Aunque, claro está, no es la única. Similitudes y abismales diferencias encontraremos al poner frente a frente al galáctico inglés con la promesa perteneciente al Atlético de Madrid: Carlos Martín.

Bellingham y Carlos Martín. Nacidos, respectivamente, en 2003 y 2002, un año les separa en edad y, obviamente, montones de millas de distancia entre las experiencias vividas, en clave futbolística, por ambos hasta la fecha. Sin embargo, ambos se acaban de estrenar en este inicio de temporada en el fútbol profesional español. El primero en la élite y, el segundo, en el escalón inferior aunque en busca de un rápido salto hacia la cima.

Un diamante que convive con algo especial

Con esos 21 añitos, Carlos afronta su temporada debut en el fútbol profesional, si bien es cierto que ya había disputado un total de 29 minutos en Primera División distribuido en 5 encuentros. Sin embargo, a nadie escapa que considerar aquello de tal forma sería realizar un quiebro a la realidad inquebrantable. El joven atacante madrileño está protagonizando un arranque de temporada de auténtico récord y es que, además, son varios los que está acumulando. Estamos ante el jugador más joven en alcanzar los 5 goles en una temporada desde al menos la temporada 2007/08, habiendo participado además en 6 de los 9 goles de su equipo, el CD Mirandés, en este arranque de temporada. Carlos anota o asiste cada 72 minutos (mejor promedio de Segunda División) y con sus tantos ha otorgado ya cuatro puntos al conjunto jabato, siendo evidentemente el jugador que más goles genera de toda la categoría.

✨𝐂𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 𝐌𝐀𝐑𝐓𝐈𝐍

Una nueva perla rojiblanca brillando por Anduva. Sus números, de récord en 2ª.

⚽️Pichichi de @LaLiga2
😳Solo HAALAND ha marcado más goles (6) que él en la 23/24

⬇️El HILO que te ilusionará con el presente y futuro de @carlos7atm… pic.twitter.com/XjZZY0Y37e

— Atlético Stats (@atletico_stats_) September 11, 2023

Por todo ello, no se ha convertido únicamente en el máximo goleador de Segunda División, sino que lo es del fútbol profesional español junto a Bellingham con 5 tantos cada uno. Si lo extrapolamos a Europa, contemplando las dos primeras categorías de cada país, tan sólo Haaland le supera con la descomunal cifra de 6 goles, igualando con futbolistas de la talla de Mbappé o Lautaro, entre otros. En la última década desbanca como máximos goleadores sub-21 de Segunda División a un futbolista de la talla de Gerard Moreno. Simplemente espectacular.

Polivalencia y movilidad para generar fútbol

Los descomunales números acumulados por Carlos Martín aumentan aún su valor y su trascendencia debido a que, durante estas cinco fechas, no ha vivido anclado a la posición de nueve. Al contrario. Según los datos que maneja Opta Sports, tan sólo habría ocupado la posición de delantero centro en un 14% de los minutos disputados hasta la fecha. De extremo caído a ambas bandas, mediapunta e incluso interior, el atacante ahora jabato ha hecho de su polivalencia y movilidad las aliadas perfectas de su fútbol y de su capacidad para dañar a sus rivales.

😱 𝐔𝐍 𝐆𝐎𝐋 𝐐𝐔𝐄 𝐋𝐎 𝐓𝐈𝐄𝐍𝐄 𝐓𝐎𝐃𝐎

🔹 Clase
🔹 Técnica
🔹 Imaginación
🔹 ¡Y UN NARRADOR BESTIAL, @XaviRodriguez_!

¡Qué locura de tacón, @carlos7atm!pic.twitter.com/fiy4tpes2F

— Vibra (@SomosVibra_) September 11, 2023

Indetectable, el broche de oro a este inicio fulgurante fue el gol que otorgaba la victoria al Mirandés en su último enfrentamiento en Anduva ante el FC Andorra. El conjunto de Eder Sarabia había logrado neutralizar en los últimos minutos el 3-1 en contra que le habían endosado los rojillos. Corría el último minuto del descuento y Gabri Martínez, uno de sus mejores socios, percutía por la derecha cediendo el balón a Carlos, que se adentraba en el área llegando desde atrás. El balón se le quedaba un poco atrás en el control y, en tal situación, el niño maravilla tiraría de recurso para anotar de tacón uno de los goles de la temporada. Un destello de clase que termina de colocar al futbolista en el escaparate: no debemos perderle de vista.