Los tres rookies de la jornada 4

Dos regresos que se asemejan a un debut, y un debut basado en la adecuación al fútbol español que se asemeja a la carrera deportiva de una estrella de nuestro fútbol son las bases de las tres historias de hoy. Tres jugadores que dan en la tecla y llevan a miles de personas al estado de júbilo pese a su inexperiencia.
Avanzan las jornadas de competición y prosiguen los momentos y con ella las historias en las tres principales categorías del fútbol español. Por aquí, tres novatos más que se unen a la lista:
Volver para vencer con esencia de Mareo
En un mundo en el que el amor por unos colores, por una ciudad y, sobre todo, por un equipo se encuentra empañado por los billetes de los grandes clubes, aparece Dani Queipo para reivindicar el amor verdadero y la importancia de una buena cantera, Mareo.
Hace años nos dedicábamos a discutir sobre cuál era la mejor cantera del país: la Masía del FC Barcelona, Real Madrid, Sevilla FC, Real Betis, UD Las Palmas, Villarreal CF, Lezama, Tajonar, Zubieta… Un tema de conversación que se ha borrado de los bares, foros y grupos de amigos. Ya no hablamos de ello, sino del dinero invertido en el mundo árabe o en las franquicias multimillonarias como la del PSG o Manchester City. Cuesta decirlo, pero lo estamos perdiendo. Estamos perdiendo ese fútbol que hacía vibrar a nuestros abuelos que acudían al estadio a ver al equipo de su ciudad y hacían el sobresfuerzo por comprar su equipación defendiendo unos colores que los representaban a ellos y a sus iguales.
Es respetable, pero al mismo tiempo doloroso ver cómo los niños lucen camisetas de fútbol de equipos que están a más de 500 km de distancia. Es doloroso como ceden su amor a lo suyo, a lo propio, por el único motivo de salir vencedor y ver a las grandes estrellas defender una camiseta y un escudo que, en el fondo, no les representa. Lo estamos perdiendo.

Dani Queipo celebra el tanto de la victoria | Foto: Killer Asturias
En el oscuro cielo en el que nos estamos adentrando aún quedan rayos de luz a los que aferrarse. Jugadores que anteponen sus sentimientos al simple dinero y su avaricia. Dani Queipo sabe de lo que hablamos, un jugador crecido en Mareo y que el pasado fin de semana dio tres puntos a su Sporting y a su afición. Tres puntos que evitaron el comienzo del runrún en El Molinón una temporada más. Una victoria obtenida por dedicación, garra y sentimiento, cosas que una simple cifra nunca podrá comprar. El debate está abierto, triunfar a toda costa o competir y soñar con sentimiento con nuestros prójimos. Yo, desde luego, no tengo dudas. Queipo, tampoco.
Volver a sentir, pero esta vez al frente de Castilla
La carrera de un futbolista es un constante camino lleno de luces y sombras; de alegría y, al mismo tiempo, duros momentos. Ekaitz Jiménez, actual jugador de Unionistas de Salamanca, es el ejemplo más destacable de ello. Porque cuando todo parecía alegría y optimismo, la vida lo convirtió en un sacrificio que, por suerte, llegó a su fin.
Para ello debemos remontarnos a 2021. El filial de la Real Sociedad lograba un ansiado ascenso a Segunda División tras numerosos años perdidos en la extinta Segunda División B. Todo era alegría y optimismo en un jugador que, en el apogeo de su carrera futbolística, soñaba con defender la camiseta del equipo de su ciudad en el fútbol profesional. Y más aún cuando el entrenador del primer equipo, Imanol Alguacil, era fiel confidente de la cantera donostiarra.
Sin embargo fue descartado, como suele ser común en muchas ocasiones, y llevado hasta el cuarto escalafón del fútbol español, siendo el Córdoba CF su destino. Una temporada fácil al lograr alzar la Copa RFEF y posteriormente un ascenso a Primera RFEF sin apuros, el cual no podría celebrar en el césped tras una grave lesión en su rodilla derecha. Todo comenzó a empañarse.

Ekaitz celebrando el gol con sus compañeros | Foto: Salamanca Hoy
Una lesión que lo tuvo apartado de los terrenos durante diez meses y, en su regreso, todo habría cambiado para un jugador que apuntaba maneras. El club verdiblanco ya en Primera RFEF, que aspiraba como claro candidato al ascenso a Segunda División tras una inmejorable primera vuelta de campeonato, afrontaría la época más negativa de los últimos años donde la victoria se resistió en todo momento, y con ello las posibilidades del ascenso. Una mala dinámica que, unida a los mínimos minutos disputados por el jugador hacían que el calvario de Ekaitz Jiménez se prolongase hasta el final de la temporada.
Una vez finalizada, abandonó la ciudad califa en busca de nuevas oportunidades siendo Salamanca su nuevo hogar, y Unionistas su nueva familia. El pasado domingo debutó como titular en el Reina Sofía en el derbi castellanoleonés frente a la Cultural Leonesa. Castellanos contra leoneses, una rivalidad con cientos de años de antigüedad en lo histórico y que en esta ocasión se llevaría al plano futbolístico. Y el protagonista era él, Ekaitz Jiménez, jugador que mostró de nuevo su potencial en sus incursiones por la banda y que fue el que decantó la balanza hacia el lado castellano. Un regreso que, inevitablemente, debemos celebrar.
Juventud y perseverancia sueca para el primer +3 del Celta
No suele ser habitual que un club de las principales ligas europeas confíe en el nivel futbolístico escandinavo. Jugadores que, a priori, parten con un menor nivel futbolístico demostrado en el fútbol de selecciones y su escasa presencia en competiciones europeas dejan entrever que el fútbol nórdico no es un gran atractivo entre los directores deportivos europeos de primer nivel.
El RC Celta de Vigo es excepción, y es posible que no sea precisamente por su confianza en dichos jugadores sino por un carácter histórico en el que Galicia tuvo gran vinculación con los vikingos del norte de Europa. Un hecho proveniente de los siglos IX y XII y que han servido para que la comunidad gallega adopte parte de su cultura.

El Celta se llevó la victoria en Almería con sabor nórdico | Foto: Celta de Vigo
No suele ser fácil para ellos su adaptación al fútbol español por las múltiples diferencias respecto a sus países, sin embargo Vigo sigue siendo hasta el momento una oportunidad abierta para ellos. El sueco Williot Swedberg, con respeto hacia el noruego Jorgen Larsen, ha sido el siguiente en adoptar una figura destacable tras la marcha del sueco John Guidetti en 2018. El jóven de 19 años -el más pequeño de toda la plantilla- logró darle al conjunto celeste la primera victoria de la temporada con un gol en los últimos compases del partido. Una figura destacada que llegó tras escasos minutos en los partidos anteriores y la pasada temporada en la que no dotaron de gran relevancia. Nunca se sabe si será el primer de muchos o el primero y el último, pero lo que está claro es que Swedberg sigue haciendo historia para su humilde país y será clave en los éxitos de su selección nacional.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.