Joao Félix al FC Barcelona fue uno de los fichajes más polémicos, mientras que Mason Greenwood al Getafe bien pudo ser el más extraño. La vuelta de Santi Cazorla al Real Oviedo despertó una chispa entre los más románticos que, por el contrario, ha tratado de apagar la irrupción del mercado saudí a través de un recordatorio de que hace tiempo que el fútbol comenzó a transitar hacia una nueva realidad. Movimientos en todas direcciones e ilusión desbordada entremezclada con despedidas que dolieron, quizás demasiado. Pero no ha sido hasta que se ha echado la cortina, cuando ha sonado con estruendo el ‘boom’ final de un mercado de traspasos que ha tenido absolutamente de todo: Sergio Ramos regresa al Sevilla FC.

Colarse en el corazón de la afición

Medio país tuvo que frotarse los ojos para asegurar de que no había alguna legaña inoportuna impidiéndole leer el titular con la suficiente claridad. ‘Sergio Ramos vuelve al Sevilla FC’ ha sido una idea que, en los últimos años, ha aparecido entre las conversaciones de cualquier paseo por Nervión como una broma de mal gusto o, simplemente, como un hecho de remota posibilidad. Cada vez menos desde que decidió volar del nido hace casi dos décadas. Ciertos desencuentros han deteriorado de forma acelerada la relación entre dos polos cada vez más opuestos, hasta el punto de que pocos son los que parecen ahora dispuestos a abrirle la puerta al hijo pródigo después de tantos años de lujos y excentricidades lejos de casa. Pocos le perdona, pero, aun así, muchos reconocen, quizás a regañadientes, que continúa siendo un central de talla mundial.

La ofensa pesa demasiado, pero no tanto como el hecho de pensar en la vulnerabilidad de una línea defensiva que se ha mostrado como el déficit principal de un equipo abocado al desastre en la competición liguera. Marcao no encuentra la salida a un laberinto de lesiones, mientras que Nianzou, por un motivo u otro, sigue sin ofrecer un solo argumento capaz de respaldar la importante inversión que se hizo en su día por él. Rekik terminó sucumbiendo a la tentativa del emergente fútbol saudí. Y Gattoni, el hombre llamado a ser su recambio, no ha hecho más que evidenciar una problemática real a la que esperan poner fin. Quizás ese es el resquicio por donde se ha colado Sergio Ramos para regresar al Sevilla FC. Aunque ahora, una vez dentro, deberá intentar buscar la manera de colarse en un lugar algo más inaccesible: el corazón de la afición. Eso será algo más complicado.

Mirado con lupa por la sospecha

De momento, Sergio Ramos ha allanado el camino a través del perdón y el arrepentimiento mostrado ante unos errores que pretende enterrar en el olvido. El rechazo a una ficha millonaria del Al-Ittihad para acompañar a su excompañero Karim Benzema en tierras saudíes, también le ha servido para tratar de demostrar que el Sevilla FC es el equipo de su vida con el que pretende reconstruir una relación rota. “Solo quiero deciros que soy unos más, que vengo a remar en la misma dirección y estoy deseando ponerme el escudo del Sevilla y pisar el Sánchez-Pizjuán para reencontrarme con todos vosotros. No solo era una deuda que tenía conmigo mismo sino también con mi familia, con mi abuelo que me hizo sevillista desde pequeño, con mi padre… Y no tenía sentido tomar otra dirección que no fuese pasar por mi casa”, expresó el central en la carta de presentación con el que será su nuevo equipo.

🎥 @SergioRamos vuelve a casa. ⚪️🔴#WeareSevilla pic.twitter.com/eeJ0l40fFM

— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) September 4, 2023

Sus palabras han calado en una parte de la afición, que ha comenzado a creer en la posibilidad de un giro de guion para escribir un final feliz a la actual temporada con Ramos como protagonista. Otro sector, por el contrario, mirará cuidadosamente con lupa su rendimiento desde el primer día para comprobar si ese mismo discurso reconciliador es como ese ‘Te quiero’ rutinario de cada día vacío de sentimiento o si responde realmente a una declaración de amor verdadera. El tiempo, pero, sobre todo, la línea que siga el Sevilla FC hasta el final de temporada, terminará por acercar o alejar posturas entre simpatizantes y detractores. Sergio Ramos vuelve envuelto en la sospecha, sí, pero vuelve en el momento idóneo para cambiarlo todo. Para cambiar su propio pasado y el futuro del Sevilla FC.