Son los dos equipos que, actualmente, acumulan mayor número de temporadas consecutivas en la categoría de plata del fútbol español. Y no por ello dejan de ser históricos, no ya de nuestro fútbol en general, sino también de la Primera División. Ambos llevan en Segunda División ya 11 temporadas seguidas, sumando la actual. Uno, eso sí, el Tenerife, tras ascenso desde el infierno; el otro, tras un descenso que se creía pasajero y ha terminado convirtiéndose en condena insufrible, el Real Zaragoza. Ambos han trabajado temporada a temporada tratando de hacer las cosas de la mejor forma para terminar recuperar el lugar que un día ocuparon en la máxima categoría. Eso sí, hasta ahora, sin éxito. ¿Será a la undécima la vencida?

Un verano que invita al optimismo

El verano se ha desarrollado de una forma paralela para ambos conjuntos. ¿Por qué? El Real Zaragoza se hacía con los servicios, al final de la pasada temporada, de Juan Carlos Cordero como su nuevo Director Deportivo. Uno de los más prestigiosos en su puesto llegaba a La Romareda con la intención y la ilusión de generar esto último en su afición y, a punto de finalizar el período de fichajes, se puede afirmar sin temor al error que el objetivo está cumplido. Ahora, claro, tocará refrendar las buenas sensaciones en cuanto a confección de plantilla sobre el terreno de juego, lugar que, siempre, termina por dar o quitar la razón al trabajo realizado en los despachos.

Por su parte, el CD Tenerife veía como precisamente Cordero dejaba su lugar en el club para marchar a tierras aragonesas y tenía que reinventar su parcela deportiva, al menos, en materia de fichajes. Mauro Pérez ha sido el encargado de tomar el relevo en dichas funciones y, a tenor de lo visto, el club acertó de pleno en la decisión adoptada. El equipo ha visto como muy pronto llegaba al banquillo Asier Garitano y también como las piezas iban llegando siempre con la sensación de que mejoraban lo presente y complementaban al conjunto.

Un inicio de temporada que desprende una vibra juguetona

A esas grandes sensaciones acerca del trabajo en los despachos, se une un inicio de temporada realmente convincente por parte de ambos conjuntos. Los dos han desprendido en las dos primeras jornadas ideas futbolísticas muy marcadas, planes de juego definidos y ejecución de las órdenes de sus técnicos realmente convincente. Coincidentes en una seguridad defensiva muy nítida, quizá el Real Zaragoza ha deleitado algo más con su juego de ataque, aunque ambos han terminado por encontrar idénticos números, que son los que les han llevado a lo más alto de la tabla.

En este contexto, se puede intuir que será muy complicado bajar a estos dos equipos y a su gente de una nube en la que se han instalado desde la que atisban grandes alegrías para la campaña que se presenta por delante. La ilusión ya es inherente a las almas blanquillas y también a las chicharreras y ese valioso activo habitualmente termina creando un ambiente mágico que favorece la consecución de objetivos y la absoluta comunión entre todos los sectores que hacen posible el éxtasis. ¿Será este el caso para estos dos colosos en esta recién iniciada temporada? Tiempo al tiempo, aunque los cimientos ya están bien asentados.