Cuando competir ya no es suficiente

“Ya en la jornada 29, lo de merecer no nos vale. No nos vale porque estamos dejando pasar demasiadas oportunidades y el fútbol profesional es esto. Todo el mundo nos dice que somos unos fenómenos, pero volvemos a palmar. No vale, entonces o nos ponemos las pilas o no es el camino porque los detalles, como hemos dicho, son importantes”, sostuvo Eder Sarabia tras el partido en Santander.
😡Eder Sarabia volvió a explotar contra las decisiones arbitrales:
🗣️ «No entiendo habiendo el mismo reglamento cómo puede haber tanta disparidad de criterios. De lo que podía haber sido un partidazo, nos hemos quedado con una auténtica castaña de partido»#AndorraLasPalmas pic.twitter.com/RvD84hdNTF
— Fondo Segunda (@FondoSegunda) March 3, 2023
Contundente y directo. Las semanas pasan y la competición se encamina hacia su recta final, y con ello se asientan las aspiraciones de los 22 equipos de la categoría. Entre ellos, las aspiraciones de un FC Andorra que se acerca a la zona de descenso donde parecía impensable su presencia a lo largo de la competición. Duro, pero cierto.
Un paralelismo inesperado
El club pirenaico empezaba la competición con ilusión y optimismo de lo que sería su primera temporada en la categoría. Con actitud para competir y respeto al ser el novato de la clase, eso sí. Sin embargo, la sobresaliente adaptación de un equipo reforzado con numerosos fichajes respecto a la temporada anterior superó con creces las expectativas de muchos forofos. Tal fue así que a comienzos de diciembre se aferraba a una sexta plaza que le hacía soñar con unos Play Off de ascenso a la máxima categoría, una sexta plaza basada en la solidez defensiva y su fortaleza en el Estadi Nacional.
Pero el castillo de naipes cayó a sorpresa de muchos. Tan solo dos victorias en los últimos tres meses han llevado al FC Andorra de soñar con ascender a incomodarse por no regresar a la Primera Federación. El colchón es de siete puntos. Siete puntos volátiles que pueden crear un final agónico para Eder Sarabia y los suyos en la última jornada. Por ello, el salir de la mala dinámica de resultados cuanto antes es toda una obligación para el club tricolor.
Estéticamente resultadistas
El dilema siempre ha estado ahí: jugar mal y obtener buenos resultados o, por el contrario, jugar bien pese a que se tengan peores resultados. Espectáculo o campeonar. La perfección está clara: Ganar jugando bien, algo al alcance de muy pocos.
El FC Andorra ha sido alabado en numerosas ocasiones a lo largo de la temporada por su atractivo planteamiento y estilo de juego, el último de ellos García Pimienta, entrenador de la UD Las Palmas, el cual afirmó que “el Andorra es de esos equipos que gusta mucho ver, pero no gusta enfrentarse”. Halagos que engrandecen un trabajo muy bien realizado, pero que quedan empañados cuando la presión y el nerviosismo por los malos resultados se prolongan semana tras semana hasta rozar la zona roja de la clasificación. Situaciones en las que el resultado prima por encima de la forma con la que se consiguió. Así es el fútbol, competir y superar a los rivales en el marcador si no quieres terminar sufriendo. El resultado, superficial, pero el más objetivo.
Bakis se lamenta tras una ocasión fallida en El Sardinero. | Foto: @FCAndorra
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