En todos los sentidos. Corren tiempos difíciles en las entrañas de La Romareda. Un club poseedor de un prestigio labrado en mil batallas que ha de lidiar con tiempos de zozobra en los que todo termina pareciendo un mal sueño. Parte de una maldición. No, las buenas noticias ni abundan ni prácticamente dignan presentarse siquiera en los aledaños de un estadio que añora tardes y noches de gloria ya tan pasadas que a veces ni tan siquiera alcanzan al recuerdo. Este es el Real Zaragoza aparentemente afectado por una parálisis institucional que nos venimos encontrando de unos años a esta parte.

La enfermería no da tregua

Si nos centramos ya en la actualidad, la realidad deportiva nos sitúa ante una plantilla que actualmente tiene en el dique seco a dos de sus piezas más preciadas. Tanto Cristian Álvarez, guardián de la portería, como Iván Azón, esperanza prácticamente única en la búsqueda del gol, se encuentran fuera de combate. Y, peor aún, todavía no volverán si nos atenemos al comunicado que el propio club ha hecho público en las últimas horas.

Sí, ambos evolucionan favorablemente; únicamente faltaba lo contrario. Pero Cristian continúa con su codo inmovilizado y trabajando de forma individualizada; e Iván mantiene molestias en el bíceps femoral de su muslo derecho, lo que aconseja continuar siendo conservador en cuanto al momento indicado para su regreso a la competición. Así pues, en el aspecto puramente deportivo, no ofrece tregua el pesimismo.

En los despachos, todo relantizado

Y, después, entramos en el pantanoso terreno de los despachos. Torrecilla ya no ocupa el suyo como director deportivo y, aparentemente, encontrarle sustituto no está siendo tarea sencilla. Probablemente, en la planta noble del club blanquillo deseen tomar una decisión pausada, calmada, que les aleje lo máximo posible de un nuevo desacierto. Siendo así, sosiego, señores. No tengan prisa.

En cualquier caso, ya no es ningún secreto, según lo que se ha podido conocer a través de diversos medios de comunicación de carácter regional, que Pep Boada sería el mejor colocado actualmente para ser el elegido. Un director deportivo con amplia experiencia en el fútbol español, tras haber ejercido idéntico puesto en el Granada CF y contar con la carta de presentación de haber sido director de scouting del FC Barcelona en categoría juvenil. Sin embargo, como avanzábamos, los días pasan y la fumata blanca no prende. Así que, como con Álvarez y Azón, sólo queda esperar. Y confiar en que la desgracia pronto se aleje de Zaragoza.