‘Better Call Jose’

Él te idolatra, te acepta y cuida de ti. Todo lo que siempre quiso fue tu amor y apoyo, pero lo único que hiciste fue juzgarlo. Ahora, bajo el mazo de Jon Pérez Bolo, el jugador de Rociana del Condado ha logrado hallar el equilibrio perfecto entre ‘psique’ y desborde futbolístico que tanto añoraba desde que abandonó el Nou Estadi de Tarragona allá por 2016. Se llama José Manuel García Naranjo y se erige como el abogado que todos queremos que defienda nuestra elástica.
“Si lo necesitas, llámame”. Y eso fue exactamente lo que hizo la Ponferradina. Después de un inicio de temporada excelso en El Toralín, el generador blanquiazul volvió a dejar su tarjeta de contacto en el inmaculado césped berciano con una penetración desde la banda izquierda para terminar coronando la jugada con un balazo insalvable para el meta malagueño. Su insaciable apetito por el gol le llevó a firmar con pluma estilográfica un doblete en las postrimerías de la primera mitad. Tras un córner botado por Rios Reina, el mito brasileño Yuri Da Souza cabeceó el esférico desde el segundo palo para que el licenciado onubense pusiera justicia en el marcador con un testarazo donde habitan las arañas.
La oportunidad de reencontrarse
Dicen que algunos personas son inmunes a los buenos consejos pero este no es el caso del andaluz. Después de marcharse de Erasmus a países como Chipre o Bélgica, el extremo blanquiazul ha recuperado la sonrisa en la comarca tras un periplo de fichajes frustrados por Tenerife, Leganés o el paseo fugaz en Vigo. En uno de los clubes más humildes y familiares de la categoría, Naranjo ha encontrado su paraje favorito.
A sus 26 años, José no quiere ser el abogado de las causas perdidas. Él necesita su despacho bien estructurado y todo los papeles en regla. Además, ayuda en su bufete de abogados no le falta. Con fiscales como Ojeda, Saverio o Espiau y el juez supremo llamado Yuri Da Souza, el feudo blanquiazul se convierte en el peor castigo para el rival. Visitar este estadio es sinónimo de una pena cuantiosa donde el oponente se convierte en el principal acusado de los bercianos. Los testigos que se agolpan cada fin de semana en las gradas pueden corroborar que el onubense no sólo conoce a la perfección el código penal sino que lo lleva a la práctica con leyes y reales decretos en forma de gol. Tres en seis partidos. Pónganse sus mejores galas porque José Naranjo se envuelve cada fin de semana con su mejor frac.
El secreto de un letrado extraordinario
El cliente siempre manda y José lo sabe. Desde el primer momento que presentó sus credenciales sobre el verde los enemigos sabían que la felicidad iba a ser muy efímera. Sus incuestionables cualidades con la pelota le convierten en el llamado centrocampista de banda. Con un poder asociativo incalculable, el andaluz es uno de los principales nexos en el juego combinativo, es decir, un apoyo para romper líneas en el último tercio del campo. Capaz de atraer a cualquier defensor como si se disfrazase de imán, Jose Naranjo goza de una inteligencia que le dota del talento suficiente como para encontrar cualquier resquicio o espacio que favorezca su golpeo repleto de quilates.
Asimismo, su poderío en el juego aéreo no ha dejado indiferente a la parroquia berciana. Aunque su juego deba fluir por fuera, el extremo necesita nutrirse de internadas para sacar de la chistera sus mejores trucos. Todo ello es simplemente un compendio de las infinitas características del abogado penalista por excelencia. Y ya lo saben. Si quieren adquirir sus servicios, sólo deben descolgar sus teléfonos e implorarle que les represente. Él hará el resto.
La cordura de un proyecto magnífico
Los jugadores no son ajenos a ello. A veces puedes estar tan atrapado en esa idea de ganar, que te olvidas de escuchar a tu corazón. Los nombres de los equipos y sus escudos son simples isotipos y nomenclaturas que no ganan partidos. Es por ello que el futbolista necesitar creer en lo que hace y que el resto de la institución le ayude a ello.
Algo así es lo que ocurre en esta entidad fundada en 1922. Con casi 100 años a sus espaldas, la Ponferradina posee dos nombres que dictan sentencia en las oficinas del club. Sietes y Nistal son los pluriempleados de las incorporaciones. Lejos de parafernalias y altos despliegues laborales, asturiano y berciano copan la dirección deportiva de un club que no necesita más que cordura y sensatez a la hora de integrar jugadores con jerarquía al equipo. Además, con un poder adquisitivo lejano al de los gigantes de la categoría, la ‘Ponfe’ se construye con un proyecto atractivo que distingue al deportista que desea aumentar su nómina del que sueña con divertirse con el esférico entre sus pies.
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