Real Valladolid, volver para volver

La categoría de plata del fútbol español recibe este año a uno de sus grandes hijos pródigos. El regreso del Real Valladolid a la Segunda División sintoniza con la vuelta del público a las gradas de los estadios. Es decir, la vuelta del fútbol de verdad. Vuelve el Pucela, aunque no lo hace con la intención de quedarse por mucho tiempo. De momento, la afición ha respondido con una renovación masiva de sus abonos. Más de 13.000 pucelanos han batido el récord de renovaciones del club en Segunda. Por parte de la directiva, todavía falta trabajo por realizar en esta última semana de preparación. Los deberes, con retraso.
Fichajes en la retaguardia
Priorizar salidas para comenzar a fichar. Ese es el objetivo de la dirección deportiva de Fran Sánchez antes del debut liguero en Las Palmas el próximo domingo. El conjunto vallisoletano sigue contando con un alto número de fichas y todavía no ha inscrito a su plantilla.
Dos nombres resuenan en las oficinas de la capital castellana durante estos días. Sofiane Feghouli e Iván Alejo podrían ser nuevos jugadores blanquivioletas en los próximos días. La llegada del argelino Feghouli se contempla como arriesgada y con un salario elevado, mientras que con Iván Alejo y su club, el Cádiz, ya estaría todo acordado. Tan solo habría que esperar a dar salida a varios jugadores de la plantilla actual. Tanto Orellana como Sergi Guardiola tienen pie y medio fuera de la entidad pucelana, y sus salidas (y las de varios descartes cuyas ventas están en proceso) serían la llave para ejecutar los dos fichajes que aguarda Ronaldo en la trinchera.
El fichaje del vallisoletano Iván Alejo produce nostalgia y carisma de la afición con el futbolista del Cádiz. Alejo ya militó en las categorías inferiores del club, sin llegar a debutar con el primer equipo. Nunca ha escondido su amor hacia la ciudad y el equipo, y lo está demostrando ahora al facilitar su llegada y la negociación con el Cádiz, club que no cuenta con él.
Habrá que esperar para ver cuáles son finalmente los jugadores que abandonen la entidad. La gran joya brasileña de Ronaldo, Marcos André, busca la forma de recalar en el Valencia. Desde Mestalla confían en llegar a un acuerdo con el Valladolid antes del 31. Hasta ahora, todas las ofertas de los ché han sido rechazadas. El Valladolid comenzaría a negociar a partir de los 8 millones, según informa el Diario As. Además, los de Ronaldo Nazário pretenden retener tanto a él como a muchos de los jugadores considerados fundamentales para el proyecto de ascenso. El lateral uruguayo Lucas Olaza habría recibido ofertas del Besiktas y del Leipzig alemán, pero el Pucela no estaría interesado en deshacerse del jugador, así como muchos otros. El mercado del Valladolid se fundamenta en dos pasos; reducir fichas y retener a los ‘claves’. Los fichajes, pura decoración.
Objetivos, ambiciones y exigencias
Desde la institución se considera que el plantel del equipo, a día de hoy, es más que suficiente para consolidarse pronto como firme candidato a luchar por uno de los puestos de ascenso directo a Primera. A raíz de esa aspiración surgen los grandes pilares del nuevo proyecto del Real Valladolid. A nivel futbolístico, la afición cuenta con la importancia de varias figuras de relevancia en el club. Desde el compromiso del israelí Shon Weissman hasta el liderazgo del ya recuperado Kiko Olivas, la hinchada deposita su confianza en el equipo. Un equipo que, principalmente, es liderado por el nuevo bastión blanquivioleta, José Rojo ‘Pacheta’.
Considerado uno de los mejores entrenadores de la competición, el burgalés busca el resurgir de un equipo hundido desde la temporada pasada. Desde que llegó, Pacheta ha hecho énfasis en la dureza de la Segunda División. Paso a paso y partido a partido, como el mismísimo Cholo Simeone. La exigencia a largo plazo no va a cambiar, pero, las aspiraciones, día a día. Nunca es bueno posicionarse en agosto como favorito al ascenso.
El próximo domingo comienza una nueva etapa en el club. Ya no vale ilusionarse con una nueva camiseta o con un fichaje esperanzador. Desde la primera jornada liguera, las ovaciones, las críticas y las opiniones girarán en torno a la actuación del equipo en el campo. Con el estreno en Canarias frente a Las Palmas, los de Pacheta se darán a conocer en Segunda. Porque, aunque el Valladolid sea un habitual en el fútbol de plata, este no es el Pucela de antes. Un nuevo Pucela para un nuevo proyecto. Lo único que no ha cambiado es la ambición de un gran club por renacer. Por volver.
Pretemporada vacía
Si ya de por sí se pueden sacar muy pocas conclusiones de las pretemporadas, apenas se pueden tomar referencias con la pretemporada de los vallisoletanos. Debido a un gran brote de coronavirus en el equipo, sólo se han disputado tres partidos como preparación liguera. El primero, para tomar sensaciones con el balón, ganado frente al Tordesillas (1-9). Con la recuperación de varios de los jugadores contagiados, se disputó en el José Zorrilla el trofeo Ciudad de Valladolid, que se quedó en Pucela tras la victoria por 3-1 frente al Rayo Vallecano. Lo más ilusionante del partido, la vuelta del público a un estadio huérfano de gritos y aplausos desde marzo de 2020, cuando el Covid-19 no nos había arrebatado (todavía) el arraigo a este deporte.
El último de los amistosos supuso un golpe de realidad para los pucelanos. Un 2-2 frente al Amorebieta, decidido a penaltis en favor del Valladolid, puso a los vallisoletanos en contexto de lo que les espera esta nueva temporada. Un rival de Segunda puso las cosas difíciles a un Pucela para nada cómodo en ataque y dejando todavía muchas dudas en torno a su solidez defensiva. Queda todavía trabajo por realizar a nivel deportivo. La ausencia de la preparación física y táctica previa al comienzo de la liga puede suponer un problema a lo largo de una competición tan seguida y sin apenas parones.
El 3-5-2 por bandera
En Valladolid no quieren ver ni en pintura el 4-4-2. El estropicio futbolístico de Sergio González dejó en Pucela a una afición que rechaza el desastroso juego defensivo y el sistema característico del técnico catalán. Consecuentemente, se busca la vuelta de un equipo valiente y agresivo en todos los aspectos del juego. En lo poco que se ha podido ver al equipo en la pretemporada, se ha podido observar el drástico cambio en lo que a táctica respecta. La irrupción de Pacheta como técnico blanquivioleta ha traído con él la entrada en juego del 3-5-2 como sistema de juego aparentemente preferido del entrenador castellano. Es el sistema perfecto para el perfil de los jugadores del equipo y el que más se adapta a como esos mismos futbolistas pueden explotar sus cualidades, todavía sin exprimir a su máximo nivel. A la espera de estrenarse en competición liguera, este ha sido el planteamiento de Pacheta en los recientes amistosos disputados.
Defensa de tres, liberación de los interiores y profundidad de los dos carrileros. Sobre esos tres puntos se desenvuelve el nuevo sistema en Zorrilla. Cabe a destacar como funciona el nuevo centro del campo en el Real Valladolid. Por lo general, un mediocentro defensivo, hasta ahora Fede San Emeterio, pivotea la zona cercana a la línea de tres fijando su posición. Los dos interiores, el derecho ocupado por Óscar Plano y el izquierdo por Toni Villa o Roque Mesa, quedan liberados para actuar ocupando el campo contrario al completo y apoyándose en un media punta que cae a jugar hasta el centro del campo, Marcos André, y que impulsa la triangulación entre los tres. Por lo general, las bandas las ocupan los carrileros, Lucas Olaza y Luis Pérez, con una relevante participación del uruguayo en defensa y tirando diagonales en ataque, internándose por dentro. Arriba, los dos puntas cuentan con roles distintos. Un delantero enganche y un segundo punta fijado cumple de nueve puro, Shon Weissman. El israelí es acompañado por los interiores, que, verticalmente, se incorporan en ataque por los costados, escoltados por los carrileros y con el apoyo del enganche, Marcos André, quién también cae a banda y se mueve con más libertad que el hebreo. Además, la combinación de todas esas piezas ha dado fruto a un rápido contraataque que puede ser muy útil para los de Pacheta.
Aunque en ataque el equipo es un 3-5-2 que beneficia al control del juego en zona de tres cuartos, defensivamente se reordena el equipo hacia un 5-2-1-2. Este se fundamenta en un un repliegue de los carrileros como laterales, el posicionamiento de dos pivotes defensivos, un único interior y la presión alta en salida de los dos puntas.
A falta de cuatro días para comenzar a ver los primeros ‘onces’ serios (y no los de pretemporada), se puede prever el posible equipo titular con la plantilla actual. Bajo palos, Roberto Jiménez ofrece más seguridad que Masip. En defensa, Joaquín Fernández, El Yamiq y Kiko Olivas como central líbero. Olaza ocuparía el carrilero izquierdo mientras Luis Pérez se haría cargo del derecho. Roque Mesa o Rubén Alcaraz son los favoritos para el pivote defensivo, mientras que los interiores izquierdo y derecho serían de Toni Villa y Óscar Plano respectivamente. Arriba, los intocables Marcos André y Shon Weissman formarían la dupla de delanteros.
Qué esperar cuando estás esperando
Puede que, tras el descenso, el Real Valladolid sea uno de los grandes equipos incógnita de la competición. Conocemos sus objetivos, pero su juego y su plan táctico todavía es un tanto desconocido para su afición y para el resto de los equipos. De hecho, la corta pretemporada no ha ayudado a que le conozcamos mejor. El propio Pacheta ha asegurado que, el mismo 3-5-2 que ahora parece consolidarse en el equipo, puede cambiar de un día para otro. Adaptarse a lo que se tiene, eso prioriza José Rojo Martín. Si se dan bajas, no se dudará en cambiar a lo que más beneficie a los jugadores. Quizá Pacheta esconda su magia ahí, en lo imprevisible de su equipo y en la capacidad de corrección y adaptación de su juego a las posibles circunstancias que aguarda el Pucela esta nueva temporada.
La afición espera reencontrarse con su equipo, con su gran amor. Los rivales esperan enfrentarse a un equipo duro de roer. Pacheta espera que la afición salga orgullosa del campo, y Ronaldo espera devolver a la entidad blanquivioleta al lugar en el que la cogió. Por lo menos, eso es lo que le debe a un público decepcionado con su presidente. Todos ellos están esperando la vuelta de su equipo, el regreso del fútbol a Zorrilla. Faltan cuatro días, y el reloj ya corre para ver el balón rodar, aunque primero lo haga en el Estadio de Gran Canaria.
Todos saben lo que esperan de este equipo, pero nadie se arriesga a apostar a un equipo desconocido, a un equipo nuevo. Depositar falsas esperanzas puede acabar mal, pero, entonces, ¿Qué esperamos cuándo estamos esperando? Cada uno que saque sus conclusiones del planteamiento de Pacheta, pero, lo que sí se puede asegurar, es que el Real Valladolid regresa a Segunda para dar guerra. Vuelve el Pucela y vuelve su afición, y lo hacen para volver de forma inminente a donde se merecen. Volver para volver. En junio lo comprobaremos.
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